viernes, 17 de agosto de 2007

SALCHICHAS ILUSTRADAS


Una invitación inesperada. Alguien se presenta en casa, llega el momento de ofrecer algo “¿quieres una cervecita?” y la cervecita seguro que la tenemos a mano, pero algo para acompañarla…eso ya es más difícil.

Seguro que rebuscando nos quedan por lo menos un par de sobres de salchichas, de esas tan sufridas que siempre resuelven una cena solitaria y algún resto más de cualquier cosa. Pues por lo menos, vamos a intentar sacarles un poco de partido, hacerlas que parezcan diferentes:

- A una de ellas le vamos a dar una serie de cortes (8 ó 10) con el cuchillo, no muy profundos y lo más paralelos posibles. Al freírse la salchicha, los cortes se abrirán y le darán un aspecto más trabajado.

- A otra la vamos a envolver en una oblea de las de hacer empanadillas, y para que no se abra al freir, la atravesamos con un par de palillos. Quedará como una salchicha gabardina.

- A la siguiente la cortamos en trocitos de unos 2 cms y los pinchamos en un palillo de brocheta, entremezclando con trozos de lo que tengas a mano: queso, mortadela, jamón, simplemente pan…y a freir.

- Si te queda por ahí un par de lonchas de jamón o de bacon, que no dan como para sacarlas de aperitivo, envuelve otra salchicha en estas lonchas. Ponle los palillos como a la anterior.

- Una forma más: corta un par de salchichas en tiras longitudinales, todo a lo largo de ellas: primero por la mitad, luego en cuartos y finalmente en octavos. Al freirlas, se enroscan y verás como cambian.

- Y por último una posibilidad un poco más latosa, pero muy rica: parte cada salchicha en tres trozos, del tamaño de una croqueta, bate un huevo, reboza los trozos y pásalos por pan rayado. Buenísimas.

Y para completar el panorama, trata de tener siempre en casa un par de mostazas originales – a la antigua en grano, o de Dijon – en lugar de la cutrecilla de perrito caliente callejero que tienes siempre. Verás como acompañan mucho mejor.

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