Hay una pág. web magnífica - “Las Tabernas en la Edad Media” de Teresa Castro -, en la que se profundiza en los orígenes, costumbres, alimentos y clientes de los “locales” en aquella época.
Según iba leyendo, no he podido evitar la posible comparación con nuestra época, especialmente en el apartado de quienes eran los clientes habituales de una taberna. El texto original figura en cursiva y entrecomillado y la actualización de personajes y circunstancias en negrita y verde:
“LAS TABERNAS EN LA EDAD MEDIA. LOS CLIENTES: DOS TIPOS:”
“Hubo dos elementos que hicieron de la taberna un centro socializador (voy a ver si pillo) muy concurrido. Al considerase el vino (Brugal con Coca Ligh, por favor) un alimento fortificante y energético (no, espere, mejor con Red Bull) era consumido por todas aquellas personas que tenían un trabajo duro físicamente,(Funcionarios de la Administración Central) por lo que la taberna se convirtió en un centro de reunión de algunos trabajadores con contrato temporal y a tiempo parcial: es el caso de los maestros canteros y tapiadores, (contratistas forrados, promotores avispados), albañiles, carpinteros, (decoradores escaparatistas medio gays, artistas de la instalación absolutamente fashion) peones de obras, (Torneros Fresadores Electromecánicos Titulados por CEAC) jornaleros del campo, pescadores, (asentadores de mercamadrid) etc.”
Sin dejar de ser verdad lo anterior, lo cierto es que de comer y beber se pasaba fácilmente a la borrachera- Este hecho tenía una importancia vital, pues el abuso del vino producía altercados, disturbios y enfrentamientos cuyo resultado podía ser la muerte, el abandono del hogar, el maltrato de las esposas o un sinfín más de comportamientos indeseables. (de algo me suena a mí esto)
Mudéjares y moriscos (no hace falta actualizar) se muestran como grandes consumidores de vino en público en estos años. Las ordenanzas de la almotacenía de Guadix, datadas en el año 1495, penaban con cuatro reales a cualquier «moro» que se encontrase en la taberna comprando vino o bebiéndolo.
El mismo interés perseguía la prohibición de la presencia de esclavos en las tabernas, a no ser que fuesen con una vasija a comprar vino para sus amos y se marchasen inmediatamente (mileuristas, secretarias explotadas,becarios en formación profesional haciendo recaditos…).
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