jueves, 21 de febrero de 2008

DORMIR BIEN, CENANDO MEJOR


Unos consejillos para los que tienen dificultad en conciliar el sueño:

- La cena debe ser ligera, inferior a 250 calorías, lo equivalente a un plato de pasta con tomate.

- Conviene elegir platos sencillos, cocidos al vapor o a la plancha, sin salsas ni condimentos, y cenar pronto, mejor antes de las nueve de la noche. El estrés altera los ritmos, lo mismo que el desajuste de horarios y el desorden en la dieta. Por otra parte, acostarse inmediatamente después de cenar facilita la subida de ácido clorhídrico del estómago al esófago, provocando reflujo.

- Los alimentos que favorecen el sueño son: los carbohidratos (pasta, arroz, pan, patatas cocidas). La leche, los plátanos y el pescado magro, la lechuga, cebolla, achicoria, ajo y huevos cocidos. Las almendras, cacahuetes, berenjenas, kiwi y la piña relajan asimismo el sistema nervioso. Las avellanas, almejas, harina integral, por su contenido en magnesio y el querido y viejo vaso de leche, que hace bajar la acidez gástrica.

- Por el contrario, las proteínas (carnes, pescados, huevos) y las grasas (quesos embutidos, salsas y frituras) aumentan la adrenalina, que favorece la alerta, y de ésta forma la digestión es lenta y se hace difícil dormir.

- En cuanto a bebidas, el café, té, chocolate generan sensación de euforia, desgaste nervioso y dificultan conciliar el sueño. Por el contrario, a muchos les va bien una infusión relajante de tila, azahar, melisa o pasiflora, sin necesidad de recurrir a los fármacos.

Fuente: J. Llona Larrauri. El Rincón del Sibarita. La Verdad.es

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