sábado, 11 de agosto de 2007

EL PESCADO MÁS FÁCIL


Hay que comer pescado. Hay que comer pescado. Muy bien, pero… ¿a quien le apetece hacer el dichoso pescado?

Si compras uno grande, te sobra pescado para dos semanas y encima terminas teniendo complejo de culpabilidad cada vez que abres la nevera y ves allí al pobre bicho que no le haces ni caso. Si te decides por los pescadillos pequeños, hay que limpiarlos, quitarles tripas, espinas, en fin, un horror.
Si lo haces a la plancha, se pega. Si lo hierves, no hay quien se lo coma.

Pero tranquilidad, que no cunda el pánico. Aquí va una receta sencillísima, que permite hacer el pescado rápidamente y lo que es mejor, conservarlo en perfectas condiciones varios días: pescado suavemente escabechado.

Vale cualquier variedad, pero los que mejor salen son el pez espada, el mero o el cazón.

1.- Pedir en la pescadería que nos den el pescado ya limpio y cortado en medallones, es decir trozos ni muy grandes ni muy pequeños.

2.- Ya en casa, o donde estés, tú sabrás lo que haces, echarles por encima un poquito de sal y pimienta, a ser posible de varios sabores, que es más divertida y sabrosa.

3.- Sartén al fuego con mitad de cuarto de vinagre, y cuarto de aceite de oliva, mejor virgen, como casi todo.

4.- Remover a menudo, para que el vinagre se mezcle bien con el aceite y no salte. Cuando veas que va a empezar a hervir, justo antes, retiras la sartén del fuego y metes dentro los medallones de pescado, procurando que se cubran bien por todos los lados.

5.- Y ya está. Lo dejas reposar al menos dos o tres horas, y luego te lo puedes comer cuando quieras, frío o calentándolo de nuevo. Eso ya va en gustos. Si decides dejarlo para otro día, a la nevera para mayor seguridad, sobre todo en verano.

No hay comentarios: