martes, 30 de septiembre de 2008

FOOD COLORS


¿Que la salsa verde para las almejas no nos ha quedado muy verde que digamos?
¿Qué la mermelada de fresa esa de la receta de la abuela parece de zanahoria en vez de fresa?
¿Qué nos estamos marcando un exótico coctel “Blue Pacific” ante los ojos escépticos de ella y el blue no aparece por ninguna parte?

Tranquilidad, que para eso están los llamados Food Colors, o colorantes alimenticios, pero a nuestro alcance. No esas extrañas siglas y numerajos que leemos en las etiquetas de los productos, sino unos pequeños botecitos como de acuarelas que permiten, con tan solo un par de gotas, cambiar por completo el aspecto de un plato o preparación.

Por supuesto son absolutamente comestibles e incluso la mayoría están sacados de elementos naturales como la remolacha, malta, te, cúrcuma, azúcar tostada, etc.

Se venden generalmente en tiendas tipo gourmet o especializadas en repostería; yo los encontré en “The American Store”.

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